Sobre
“El amateurismo como bandera. Bullshitters y predicadores”.
Como
todos sabemos, hoy en día el avance tecnológico de las comunicaciones y la
transformación de los medios informáticos a causa de la conexión e información
en línea alcanza a cada uno de nosotros. Cualquiera puede tener en su casa un
proveedor de servicios de internet, una
tabla o un celular de última tecnología desde donde puede comunicarse a
cualquier parte del mundo o acceder a sus correos de internet, entrar a una
página Web a través de un navegador para obtener información. Podemos comprar o
vender objetos y servicios, suscribirse a la página de su banco para hacer
trámites, además con la Red puede jugar en línea, descargar videos y canciones
o simplemente leer las noticias y artículos al momento. Pero cuando se quiere
hacer una investigación seria ahí la cosa cambia.
Es
imposible sintetizar todo lo que se puede hacer con la internet, lo que si es
cierto es que llega cada vez más a mucha gente, son más las personas que cada
día intervienen en la Web transformándola y si culpamos a las conexiones de un
asunto imposible de ignorar como lo es la globalización, podemos decir también que
la Web 2.0 como contexto mediático es frágil de ser atrapado por personajes irresponsables
que si no existe una preocupación comprometida de parte de los usuarios de
escritura colaborativa como por ejemplo las enciclopedias de consulta vía
internet, crece la participación de estos charlatanes como bien los señalas los
autores tomados por Pardo y Cobo, (2007). En Planeta Web 2.0. Inteligencia
colectiva o medios fast food, aunque no creo que sea un cáncer para los medios
de poder como lo afirma Frankfurt en On Bullshit (2006) y si es un cáncer el
poder buscará la manera, aquí sí, de conseguir la cura, lo que si podemos decir
de la web es que produce conocimiento inclinado a conseguirse bajo un contexto rumoroso,
lo que tiende a confundir y a llevar por una camino dudoso a quien no es audaz
en estas lides.
Estas páginas colaborativas como las enciclopedias
que aparecen en Google como la Wiki, de opinión como los blogs, portales de
comentarios como MySpace, de video como YouTube,
hasta de comunidades especializadas de foros, en fin, casi todo lo que vemos a
través de la internet puede estar evolucionando hacia la “estandarización” de
la diversidad de razonamientos, ideas, opiniones y verdades (podemos usar esa
frase aunque suene paradójica), lo que si atenta contra quien ostenta el
poder de todo tipo, incluso de los
creadores de estos espacios, pero al mismo tiempo vemos lógicas particularmente
guiadas por imposiciones que tienen que ver con actualidad, estilos y cierta
hegemonía de los creadores de digitales.
Según
Llilian Llanez Godoy (2009) al referirse a la famosa globalización señala que, “mientras unos pueden imponer sus
gustos, modos de vida, y formas de ver el mundo, a otros no les queda más
remedio que jugar dentro de unas reglas que no tienen en cuenta las
peculiaridades de su cultura” (p15). No sabemos si la información
en la web 2.0 (entre otras cosas) se imponga desde algunas culturas o si existe
una visión y otras contra visiones globales; lo que si es cierto es que haciendo
empatía con lo dicho por Carr en su artículo The amorality of the Web 2.0
(2005) en esta no existe tiempo de
atención para una reflexión madura y predominan ideas de corta trascendencia
por lo aficionado que puede ser el anunciador y a su vez también el interlocutor.
Pero como dije anteriormente depende por
supuesto de cómo “le entramos” y valga aquí el verbo como observación, investigación,
incorporación, afiliación, asociación, tener algo montado en Web 2.0 y más.
Lo que sí está claro cuando revisamos la web es
que hay además de lo diverso del manejo de la información en el internet, hay una
arbitrariedad imperceptible por la mayoría de las personas que hacemos uso de
ella dependiendo de nuestros intereses con el afán de informar o de instruir como
señala Frankfurt sin conexión entre la realidad y la opinión aparentemente sensata,
la otra cosa es que mientras aseveramos una cosa por un lado aparecerán por
otro quienes en contra se manifestaran complicando aún más el panorama de infamias
en la colectividad .
Pero,
¿A quién le corresponde el análisis de esa realidad que nombra Keen? Cuando dice
que “La revolución Web 2.0 está llevándonos a una superficial observación de la
realidad más que a un profundo análisis, a una estridente opinión más que a un
juicio de calidad. Un caos que oculta la información útil”. Los especialistas
profesionales en cada área creemos deben ser los encargados de esto, ¿y cómo
los encontramos? ¿La voz de los no especialistas profesionales debe quedar escondida? Como nos dicen Cobo y Pardo. 2007.
“Es incorrecto juzgar a toda la producción Web 2.0 como amateur, cuando se
trata más de una plataforma posibilitadora, donde conviven múltiples modelos de
producción”.
la Web es una herramienta donde afortunadamente conviven
muchos modelos de producción, además la Web2.0 ya no le pertenece a sus
creadores, es decir, ingenieros de
sistemas, diseñadores Web, expertos en tecnología y comunicaciones, ni mucho
menos a los dueños más versados en algún tema. El internet exitoso se escapó de
las manos de quienes en cierto modo quisieron ejercer dominio sobre las
comunicaciones en línea con ciertas características; la web
y el ciberespacio ya no es exclusivo
del mundo científico, militar y académico como fue en sus inicios, nos permite
en este momento mostrar a los amateurs el
conocimiento desde muchas vías pero también el episteme nuestros ignorares. A pesar
de los plagios, Predicadores y Bullshitters
Bibliografia
Llanez.
L. (2009). ¿Hay futuro para el arte? Caracas: Arte y pensamiento Instituto de las
artes de la Imagen y el espacio
Cobo Romaní, Cristóbal; Pardo Kuklinski, Hugo. 2007.
Planeta Web 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food.
Grup de Recerca d'Interaccions Digitals, Universitat de Vic.
Flacso México. Barcelona / México DF.
Texto extraído del Capítulo 4.3
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