domingo, 15 de junio de 2014

TEORÍA DE LA DERIVA

Guy Ernest Debord, fue un escritor de avanzado criterio revolucionario, filósofo y cineasta francés nacido el 28 de diciembre de 1931 y muere el  30 de noviembre de 1994. Escribió la significación sociopolítica de “espectáculo” con su obra filosófica “La sociedad del espectáculo”  en 1967. Obra que algunos autores dicen que está inspirada particularmente en Hegel. Donde explica que todo lo vivido se ha convertido en una mera representación y que el espectáculo no es una recopilación de iconografías en cambio, “es una relación social entre la gente que es mediada por imágenes”. Deborg realizo también la película homónima en 1973.
Debogd fue también fue uno de los fundadores de la Internacional Situacionista entre 1957 y 1972. El Situacionismo es una corriente cuya idea central es la creación de situaciones gracias a la aproximación de varios planteamientos como el marxismo, la dialéctica, la Bauhaus, el Dadaísmo y el Surrealismo, el Avant­-garde y  la Internacional letrista nacida en 1952 de donde surgió luego en 1953 el término de Psicogeografia en un boletín llamado Potlatch.
El método para el nuevo urbanismo fue uno de los aportes más importantes de la internacional situacionista, este método llamado el movimiento de la deriva que es un manera de conducta condicionado a las emociones generadas del tránsito repentino y psicológico en el trazado urbano por los numerosos ambientes que la ciudad ofrece, también llamado urbanismo unitario o nuevo Urbanismo en la teoría utópica publicado en 1958 por Ivan Chtcheglov en la revista de la internacional situacionista.
Como una nueva vanguardia, La teoría de la deriva uno de los sistemas preferidos por la Psicogeografía ofrecida entre otros por Guy Debord.  Describe como un compañero ronda como lo hacen las nubes guiándose a ciegas, por ejemplo, en Berlín con un mapa de Londres. Proponiendo además de esta técnica una nueva forma de arte invalidando los museos, desplegandose en lugares de calle, logrando una conducta lúdica constructiva al dejarse llevar por la geografía de la ciudad y la consciencia del sujeto, experimentando la persona o los grupos de individuos una nueva arquitectura a través de diversos procedimientos,  edificando por primera vez la unión entre arte y vida, para exaltarla a lo que el arte prometía.   
Apoyarse en la ecología como análisis del vínculo que surge entre los seres vivos y el entorno que los rodea           para conocimiento del espacio social en apoyo del pensamiento psicológico emocional sintiendose el tejido urbano conformado por diferentes aspectos y microclimas que caracterizan el entorno del urbe en apoyo del terreno pasional objetivo es la característica principal que aporta el método Psicogeografico.
Claro una cosa diferente seria caminar Caracas con un mapa de Bogotá, tomando en cuenta la ecología de ambas ciudades actualmente y extendiendo el concepto de la relación ecológica, la contingencia aquí juega un papel relevante más cuando no tenemos asentado el método psicogeografico y la seguridad del individuo en el entorno está en riesgo, el juego del azar junto con lo psíquico emocional de impacto primario sería el miedo de hallarse desprotegido y convertiría la deriva en supervivencia, deambular por los espacios más inexpugnables del sur de Bogotá o del oeste de Caracas sería casi imposible experimentar, lo que condicionaría la deriva a recorrer unos sitios una y otra vez ,  a menos que lo hagamos en la máquina del tiempo y nos remitamos a estas ciudades a mediados del siglo pasado como lo hicieron en Europa estos artistas.
Dejarse atrapar por la percepción y la sensación en esa psicogeografía de los que realizan la deriva va a estar limitada también en estos ambientes por la inteligencia y la sociabilidad,  para que resulte exitosa la experiencia hay que marchar automáticamente olvidándose de probables situaciones de violencia social, pensando que existen condiciones óptimas y además donde el propósito y la intención estén bien claras en la consciencia y el tiempo que debe durar como lo están el documento de la Teoría de la Deriva de 1958.
Por supuesto la deriva tampoco aplica a la selva amazónica o al Ávila como nos ha pasado, el carácter de la deriva es urbano  con las característica que pueden tener las grandes ciudades: plazas centrales y una retícula rectilínea de calles rectangulares, radial circular o quizá como llaman de plato roto desordenadas, con avenidas principales que dirigirían inevitablemente la deriva hacia alguna trayectoria este oeste o norte sur y con cambios de dirección repentinos sugeridos por las vías de circulación, en el caso de Caracas probablemente sugerida por las entradas y salidas de la ciudad  hacia las zonas suburbanas y lógicamente evitando las machas políticas que suceden a diario, pero la posición de esta ciudad con respecto a la cordillera de la costa también puede fijar la deriva porque si derivamos hacia el norte ineludiblemente nos toparíamos con el cerro El Ávila concluyendo la deriva al entrar en un espacio natural, entonces la consciencia y el conocimiento general en la deriva es importante, aquí quiero colocar un ejemplo, la primera vez que viajé a la ciudad de Mérida llegamos aun de noche y al despertar jamás pensó un caraqueño de toda la vida con cierta conciencia espacial que se encontraría la sierra nevada al sur de la ciudad.
 El individuo que deriva ve en la ciudad motivaciones que hablan de sí mismo, de sus intereses y comprensión, la ciudad ofrece abundantes espacios arquitectónicos  a medio construir, a medio destruir, deteriorados, invadidos, apropiados, expropiados, restaurados, perfectos, agradables, ásperos  donde lo psíquico y lo anímico emocional surgen teniendo consciencia de ese juego provechoso de deambular.


 Fuentes Bibliográficas     
Teoría de la Deriva de Guy Deborb (1958) texto aparecido en el Nº 2. De Internacionale Situationniste. Traducción extraída de la Internacional Situacionista. Vol. 1: la realización del arte. Madrid. Literatura Gris, 1999.